ENTREVISTA A ALFONSO LÓPEZ GRADOLÍ
Javier Alonso Prieto

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Alfonso López Gradolí ha tenido una larga trayectoria poética desde su debut literario en 1968, pero su lugar destacado en la poesía en castellano se lo debe a la poesía visual. Lo ha logrado con Quizás Brigitte venga a tomar una copa esta noche (1971), una obra singular en su corpus que ha tenido continuación en su última publicación Libro de Collages (2013), editado en la colección de poesía visual “Pliegos de la visión” perteneciente a Ediciones Babilonia. El motivo de esta entrevista es la reedición en Libros del Aire de Quizás Brigitte Bardot venga a tomar una copa esta noche. Un libro que icluye escritos inéditos de autor en torno al texto, la versión ampliada del poema y una reproducción facsímil de la edición original que se viene a sumar a la inencontrable edición de 1977 en Anthropos y a la edición ampliada y sin imágenes que apareció en Tansonville en 2006 bajo el título de Quizás conmigo.

En el campo de la poesía visual-experimental Alfonso López Gradolí no ha sido sólo creador, sino que también se ha encargado de estudios y antologías, en la editorial Calambur ha publicado Poesía Visual Española (Antología incompleta) (2007), Poesía Experimental Española (Antología incompleta) (2012) y el ensayo sobre el desarrollo de la poesía experimental y visual en España La escritura mirada (2008). Asimismo su biblioteca fue requerida por el Museo de Arte Contemporáneo Reina Sofía y constituye el grueso del fondo de Poesía Visual de dicha institución.

En Quizás Brigitte Bardot venga a tomar una copa esta noche nos encontramos con 31 collages y tres páginas que recogen únicamente texto, pero en negativo, blanco sobre negro. Todos los collages están compuestos con imágenes de Brigitte Bardot, en color y en blanco y negro. El texto se apoya en la imagen y se contagia de ella, la voz poética se dirige en segunda persona a la actriz francesa, inalcanzable en las páginas de las revistas. Sin embargo, encontramos reflexiones sobre las oportunidades que un oficinista puede tener en sus fines de semana, en los desplazamientos próximos que anuncia la prensa y le ayudan a soñar que el objeto de deseo no se encuentra tan alejado.

Quizás Brigitte Bardot venga a tomar una copa es una obra de largo aliento, que, enlazando las vanguardias históricas con la poesía postmoderna de la generación del 68, señala puntos claves de la poesía del siglo XX. El poema es consciente de la encrucijada que plantea la voz poética, entonces comienzan las reflexiones metapoéticas. Se problematiza la escritura en sí, pero también la cosa literaria: encontramos referencias a diferentes poetas, a las tertulias literarias, al premio Adonais de poesía… Referentes cercanos, pues Alfonso López Gradolí participaba de la vida literaria de los años sesenta y setenta en Madrid: visitaba a Vicente Aleixandre, acudía al Café Gijón y los sábados acudía, en compañía de otros poetas noctámbulos, al Whisky Jazz.


PREGUNTA: En alguna ocasión has dicho que no te gusta entrar en definiciones de poesía experimental o poesía visual. ¿Por qué?

RESPUESTA: Claro es una línea muy borrosa o confusa entre lo que es el grafismo y lo que es la palabra. Se puede proceder de dos maneras, o bien experimentando con las letras de la palabra determinada, en cuyo caso surge un poema letrista, combinando diferentes letras, la posición de ella en el poema, de una palabra o varias, o puede ser también la inclusión de un gráfico, un dibujo o una fotografía y realizar un collage. Como la definición es difícil, en la última antología que preparé para Calambur en 2012, Poesía Experimental Española (Antología incompleta), perdón por la autocita, he hecho algunas inclusiones de poetas que únicamente presentan palabras, ningún grafismo. Una línea super realista, llevada hasta extremos muy dificultosos de colocación y variación de signos de puntuación, hasta tal punto que cuando estuve corrigiendo las pruebas yo no sabía si el poema era así o tenía que corregirlo. Esto lo solucionaba preguntando mediante el correo electrónico o con el teléfono.

PREGUNTA: Estaríamos en el campo del letrismo, de la poesía concreta, en la que ya hay una reflexión sobre el lenguaje ordinario. Con respecto a Quizás Brigitte Bardot venga a tomar una copa esta noche tú señalaste que pretendías una reflexión sobre la crisis del lenguaje contemporáneo. Esa reflexión del lenguaje no se puede llevar a cabo en una poesía discursiva como se puede llevar a cabo en la poesía experimental. ¿Cuál es tu forma de proceder con el poema visual?

RESPUESTA: No hay un método a priori, voy escribiendo y vuelvo a repetir la palabra, o pruebo modificando la palabra, a ver si de ese modo se crea un juego que puede dar un resultado poético. Si se logra o no luego es muy difícil de calibrarlo. Yo procuro que en el poema visual haya un equilibrio estético. En El libro de collages intento que haya un equilibrio de colores. A nivel de contenido lingüístico, procuro que siempre haya una correlación entre lo escrito y el soporte gráfico. Si se habla de la guerra poner una foto de la guerra.

PREGUNTA: En Quizás Brigitte Bartdot venga a tomar una copa esta noche hay una relación semántica entre el soporte gráfico y el texto, aunque el largo poema fuera anterior como tengo entendido, pero también hay ciertos collages que son autónomos estéticamente. ¿Cuando decides publicar este libro estabas más próximo de las artes plásticas o de la literatura?

RESPUESTA: Estaba más cerca de las artes plásticas, porque yo he sido siempre un pintor frustrado. Cuando terminé el bachillerato quería ir a la escuela de Belllas Artes, pero hubo una oposición familiar muy fuerte y se me impuso estudiar derecho, yo tenía dieciséis años y obedecía lo que decían mis padres: tú estudia ya pintarás cuando termines la carrera. Mentira. Cuando he tenido tiempo, siempre he procurado hacer collages, pequeños oleos, me he atrevido con el cuadro grande. Pero me faltaba técnica, lo que se aprende en las escuelas. Yo sabía lo básico y fundamental. Que las brochas y los pinceles se limpian con gasolina, con trementina. Las mezclas de los colores y que no hay nada que sea negro. Utilizo los collages como tarjeta de visita. Siempre he sido un gran aficionado. Iba a todas las exposiciones de pintura y luego cuando he tenido algo de dinero me he permitido comprar algún cuadrito en galerías y sin llegar al extremo de un coleccionista. Tengo ciertas obras de las que estoy orgulloso, como por ejemplo un dibujo de Antonio Saura. La primera edición del Quizás Brigitte venga a tomar una copa esta noche se la envié a Antonio Saura y me respondió con un dibujo original dedicado.

PREGUNTA: La poesía visual y experimental tiene ya una reconocida y continuada trayectoria desde las vanguardias hasta nuestros días, sin embargo su posición dentro del campo literario es marginal e incluso inexistente para muchos poetas, estudiosos de la literatura y lectores de poesía. ¿Dónde crees que tiene su lugar la recepción del experimentalismo dentro de la poesía? ¿En el ámbito literario o en el artístico?

RESPUESTA: A nosotros nos consideran, los poetas narrativos, como una especie de indecencia triste, como los de los dibujitos …. y la parte visual no viene a suplantar o a eliminar una parte de la comprensión del lector sino a complementar. En un libro puede haber poemas sólo narrativos y otros gráficos o con una parte gráfica. Por ejemplo todos los años recibo las bases del premio Loewe, aunque no me he presentado nunca, lo dejan claro al precisar en una cláusula que no se aceptan poemarios que contengan imágenes o dibujos. No quieren otra cosa que no sea texto. Sin embargo yo creo que el texto y la parte gráfica se complementan y en el extranjero hay poetas que acompañan sus textos con collages. Por ejemplo, la premio nobel Hertha Müller tiene un poema que está compuesto a modo de collage, con letras recortadas de periódicos.

PREGUNTA: Brigitte Bardot era un icono del cine, de la cultura popular y de la prensa de actualidad y sociedad. En el poemario de López Gradolí funciona como un elemento culturalista pop que le sitúa dentro del grupo de los primeros poetas postmodernos españoles, aquellos pertenecientes a la generación de 1968. ¿Por qué entre la pléyade de artistas nacionales e internacionales eliges a Brigitte Bardot como la amada distante?

RESPUESTA: Era una persona que me gustaba por la forma de ser libre, espontánea, si le gustaba un tío se iba con él. No era una actriz muy buena, lo reconozco pero impactaba. Estuvo en Madrid y Aguadulce en los años inmediatamente anteriores a la gestación del libro y aparecía en todas las revistas, yo recortaba sus imágenes, tenía hasta ejemplares del Paris Match.

PREGUNTA: En el contenido del poema tenemos por una parte los medios de comunicación y la publicidad, por su disposición. Pero a nivel de contenido hay una serie de contrastes entre la figura de Brigitte Bardot y el oficinista- poeta. Una reivindicación de la cotidianidad. Una reflexión casi sociológica sobre el trabajador y su contraste entre el trabajo diario y el ocio dominical alimentado por los medios de comunicación. ¿Tú interés era plasmar líricamente la atomización del individuo en las sociedades modernas, en las que el amor erótico es monopolio de los medios de comunicación audiovisuales?

RESPUESTA: Yo no tenía una reflexión clara, me salió como juego.

PREGUNTA:La primera edición de Quizás Brigitte Bardot venga a tomar una copa esta noche aparece en una edición universitaria y de la mano de José María Montells, ¿Cómo llegas a publicar con esa asociación estudiantil?

RESPUESTA: José María Montells era un poeta que hacía poesía narrativa y experimental. Nos conocíamos y es él el que me lo propone. Por un lado tenía escrito un largo poema y por otro tenía un montón de fotografías de Brigitte Bardot, revistas francesas, Paris Match. Monté un collage. Era una edición limitada para los alumnos. Una tirada de setecientos ejemplares y no se podía distribuir comercialmente al no existir ninguna editorial sino una asociación estudiantil; a mí me dieron doscientos ejemplares y otros ciento y pico fueron enviados por José María Montells a escritores, corresponsales extranjeros, poetas experimentales franceses… Por ejemplo dedicaron una entrevista en TVE2. Era un programa que seguía a Estudio 2 de José María Íñigo, aquello supuso que mucha gente viera la entrevista por inercia y tuve un reconocimiento público, a nivel de la calle (comerciantes, vecinos…), nada esperable para un poemario de estas características. A pesar de ser un libro caro de editar, Montells se arriesgó y por eso se lo agradezco.

USTEDES, si les ha interesado la entrevista, pueden disfrutar de un libro de López Gradolí aquí